jueves, 1 de julio de 2010

EL ARCON DE BERNAL- THE ZOMBIES TIME OF THE SEASON




INTRODUCCIÓN



Los años sesenta fueron años en que el mundo estaba cambiando, cambios visibles sobre todo en las esferas socio-culturales plasmadas en hechos que, a diferencia de la etérea música que campeaba en aquella época, fueron bien concretos. Por ejemplo el Mayo Francés del 68 desbordado en protestas estudiantiles o el Verano del Amor en 67, en San Francisco, con aquella gran concentración de hippies reunidos a celebrar el nacimiento de su nuevo movimiento.
Pero el mayor esplendor en términos culturales, estuvo en el fenómeno socio-cultural, llamado el Swinging London, en Inglaterra. Junto a estos hechos, otros acontecimientos puntuales son característicos de aquella época. Las muertes de Martin Luther King y de John F. Kennedy, la Guerra de Vietnam, Woodstock, la Invasión Británica, el paso de The Beatles y un largo etcétera, todos, productos en sí mismos de los vientos de cambio de la época.
En el arte visual, quedó muy marcada –casi como fenómeno independiente- la psicodelia, caracterizada por el multicolor y las formas difusas, producto de las “visiones” de los artistas de la vanguardia de la época. Podemos recordar carátulas de discos netamente psicodélicos como el “Piper At The Gates of Dawn” de Pink Floyd o el “Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band” de The Beatles.
Esto nos lleva al campo de la música que también fue parte del esplendor vivido durante el Swinging London. Es de mencionar a The Beatles, The Rolling Stones, The Animals, o Cream como los abanderados más ilustres de la época. Todos ellos con raíces e influencias muy marcadas en el Blues. Fue tan fuerte el Swinging London que el músico más grande que ha dado los Estados Unidos, Jimi Hendrix., vió nacer su carrera en Londres,
Ya a fines de los 60´s, los emblemas de la Invasión Británica marcaban su transición definitiva, desde los flequillos Mod´s, las letras de amor y el formato single a su etapa más expansiva y prolífica.
Si Ray Davies había reemplazado las estruendosas guitarras de The Kinks por la máquina de coros pop y tambores militares de “The Village Green Preservation Society,” Pete Townsend, en The Who, había hecho lo propio con la pretenciosa ópera-rock “Tommy”.
Mientras The Rolling Stones captaban el zeitgeist de las protestas estudiantiles con “Street Fighting Man”, The Small Faces sentaba las bases de la psicodelia británica con el esencial “Odgen’s Nut Gone Flake”.
En un panorama cultural lleno de turbulencias, y donde no era raro que los medios llamados especializados antepusieran criterios vendedores sobre los propiamente musicales, muchas bandas no corrieron la misma suerte y vivieron condenados a un injusto plano secundario (The Action, The Hollies).
Dentro de este último grupo encontramos a The Zombies, otro de esos grandes grupos ensombrecido, más que nada mediaticamente y por las propias características del mercado, por los sempiternos The Beatles o The Beach Boys. Porque es de mencionar que Odessey and Oracle está a la altura del Pet Sounds o del Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, por poner dos ejemplos significativos.




THE ZOMBIES



La carrera de The Zombies se puede resumir en tres etapas: éxito fulgurante, caída en picado, y nuevo éxito cuando el grupo ya estaba separado.
Frente a otros grupos de su época que publicaban regularmente dos álbumes al año, The Zombies tan solo editaron dos discos de larga duración entre 1964 y 1968. Aunque, publicaron una larga lista de singles comercialmente fracasados. Sin embargo, y pese a todo, se les considera uno de los grandes grupos de la década de los 60 por su estilo peculiar: melódico pero no blando, dominado por los teclados del genial Rod Argent y con influencias del jazz y la música clásica. Así mismo, The Zombies son responsables de un álbum clásico: Odessey and Oracle (junio/diciembre 1967-abril 1968).



Concurso y contrato con Decca



Los miembros de The Zombies eran estudiantes en el Instituto de St. Alban y llevaban tocando por diversión desde 1961. El grupo lo formaban Rod Argent (teclados, 2ª voz), Chris White (bajo), Colin Blunstone (Voz Principal), Paul Atkinson (guitarra) y Hugh Grundy (batería). En 1964 terminaban el Instituto, con lo cual el grupo se separaría y cada uno de ellos seguiría su propio camino en la Universidad o en sus futuros trabajos. Pero antes de que eso suceda, se presentan a un concurso cuyo premio consiste en un contrato de grabación con la discográfica Decca. Y así las cosas, en abril de 1964, The Zombies ganan el concurso. Decca, por su parte, no espera a la final y les ofrece contrato antes de que acabe el mismo, con lo cual los miembros del grupo cambian sus planes en bloque, iniciando una accidentada carrera discográfica.



She’s Not There



El primer single de The Zombies será “She’s Not There”, una de las primeras canciones compuestas por el tecladista Rod Argent y dirigida por el sonido característico de su piano eléctrico. Colin Blunstone se revela como un vocalista técnicamente competente y expresivo, que aporta un aire melancólico a la historia de desengaño amoroso de la letra. El virtuoso teclado “jazzy” de Argent y la personal voz de Blunstone se convertirán en los dos principales activos del grupo durante toda su carrera. Para completar la fórmula, los restantes miembros del grupo ofrecerán sólidos acompañamientos instrumentales sin grandes aspavientos pero con personalidad propia. En el caso del bajista Chris White , este además será el segundo gran compositor del grupo, junto a Rod Argent .
Publicado en julio de 1964, “She’s Not There” es todo un éxito en las listas inglesas, alcanzado el puesto #12. Y dado que en aquel momento al otro lado del Atlántico se vivía la Invasión Británica en todo su esplendor, el single es publicado también en EEUU, donde llega incluso más alto en las listas, alcanzando el # 2.



Tell Her No



El inicio de la carrera de The Zombies no podía ser más prometedor. En pocos meses habían pasado del grupo amateur a triunfar rotundamente en medio mundo. El segundo single, previsiblemente obtendría el éxito fácilmente, pero no fue así. “Leave Me Be” (compuesta por Chris White ) salió a la venta en Octubre de 1964, y pese a su encantadora melodía y su elegante arreglo fue un completo fracaso en las listas. Por suerte para el grupo, el tercer single, “Tell Her No”, decididamente más comercial, les devolverá a las listas de éxitos en enero de 1965 (# 42 en Gran Bretaña y # 6 en EEUU).



La agonía del éxito



Quizá a consecuencia del fracaso de “Leave Me Be” , en los siguientes discos del grupo se tomarán una serie de decisiones equivocadas que provocarán su caída en picada, más pronunciada en el mercado británico que en el americano.
Por lo pronto, y gracias al éxito de “Tell Her No” , el grupo publica su primer larga duración, en enero de 1965, titulado simplemente “The Zombies”, pero solo en Estados Unidos. En Gran Bretaña se publicará “Begin Here” en abril del mismo año, con algunas canciones distintas y el mismo planteamiento erróneo. Es que, ya fuera el productor Ken Jones , Decca o (menos probablemente) el propio grupo quien decidió las canciones a incluir, en muchos casos el material estaba más próximo a las modas musicales vigentes que al potencial y las cualidades de la banda.
Así, The Zombies interpretando Rhythm’n'Blues son incapaces de hacer sombra a The Animals , The Rolling Stones o The Kinks , por lo que canciones como “Roadrunner” o “You Really Got a Hold On Me” y “Bring It On Home To Me” suenan bien pero no son capaces de sacar a la luz lo mejor del grupo. Por el contrario, la melódica versión de “Summertime” de Gershwin, o las composiciones propias “I Don’t Want To Know” o “What More Can I Do” muestran a The Zombies en plena forma. El álbum tiene buenos resultados en EEUU, pero en Gran Bretaña la caída es ya imparable.
A partir de este momento, y hasta principios de 1967, se suceden uno tras otro varios singles, con resultados comerciales cada vez peores. “She’s Coming Home”, “I Want You Back Again”, “Whenever You’re Ready” y “Just Out Of Reach” serán éxitos menores en las listas americanas durante 1965, alcanzando los puestos #58, #95, #110 y #113 respectivamente.
Durante 1966 y hasta principios de 1967, la agonía es todavía peor: “Is This The Dream?”, “Indication”, “Gotta Get A Hold Of Myself” y “Goin’ Out Of My Head” ni siquiera entran en las listas americanas. En Gran Bretaña la situación es todavía peor, pues después de “Tell Her No”, The Zombies han desaparecido por completo de las listas de éxitos.
A estas alturas, a principios de 1967, Decca no tiene inconveniente en dejar marchar al grupo, que parece completamente acabado.


ODESSEY AND ORACLE



En 1967, The Zombies están frustrados por la rápida ascensión y la dura caída, pero todavía se sienten capaces de producir buena música. Creen que no son capaces de alcanzar el éxito con la música que quieren hacer, pero desean grabar sin las presiones comerciales que han tenido que sufrir hasta entonces. Milagrosamente consiguen contrato con CBS, y en ese verano entran en los míticos estudios de Abbey Road donde grabaron nueve de las doce canciones de su mejor obra. Es en el mismo estudio, y con los ingenieros Phil MacDonald y Geoff Emerick, donde a principios de año The Beatles habían grabado “Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band” y Pink Floyd grabó “The Piper at the Gates of Dawn”. Esta fue la primera vez que Abbey Road se utilizaría para una versión de producción independiente. En agosto, cuando Abbey Road no estuvo disponible, The Zombies, temporalmente desplazados, parten hacia Olympic Studios donde grabaron “Beechwood Park”, “Maybe After He's Gone” y “I Want Her She Wants Me”. Regresaron a los estudios Abbey Road en septiembre.


“Entramos en Abbey Road, justo cuando los Beatles se iban”, recordó el fallecido Paul Atkinson, guitarrista de The Zombies. “Habían terminado de hacer Sgt. Pepper´s . Entonces entran Geoff Emerick y Phil MacDonald y comienzan a desconectar los cables de conexión”. “Nosotros dijimos: Esperen un minuto, ¿qué están haciendo? Conéctenlos de nuevo.” Y ellos dijeron: “No, no, por favor. Hemos tenido seis meses de esto. Nos han estado volviendo loco. Queremos desenchufar todo esto y volver a grabar con normalidad.” “Creo que tenían seis u ocho máquinas de cuatro pistas alineados contra la pared de la sala de control, todos conectados por cables de red”, recordó Atkinson. “Así que les hicimos conectarlos de nuevo y utilizamos la misma técnica. Es decir, nos beneficiamos directamente de Sgt. Pepper´s”



Como el presupuesto no daba para contratar músicos de estudio, Argent empieza a experimentar con un melotrón, pensando emular sonidos de instrumentos reales. En manos de un virtuoso como Rod Argent , el resultado está muy por encima de la simple emulación.

“Decidimos producir un álbum de nosotros mismos”, dijo White. “Teniamos un acuerdo con CBS en Inglaterra y para grabar en Abbey Road. Creo que hicimos todo el disco por mil libras. Era como una fábrica. Todo el mundo tenía un descanso al mediodía y la hora del té. Y solamente se prolongaba hasta las ocho de la noche.”



“Brief Candles” tenia como voz principal a Argent, White y Blunstone (con Blunstone manejando los coros), mientras que “Changes” contó con la banda entera cantando en su coro. Las armonías de los coros de “The Time Of Season” fueron sólo un ejemplo de los fuertes arreglos vocales que establece Odessey y Oracle, aparte de la mayor parte de los esfuerzos anteriores de The Zombies, la canción de apertura, “Care Of Cell 44”, fue adornada con irresistibles arreglos vocales estilo The Beach Boys, mientras que los contrapuntos vocales de “A Rose For Emily” son igualmente indicativos de la atención al detalle que caracteriza a todo Odessey y Oracle. Nada de lo dispuesto en el álbum parece a medio hacer, y cada pista se siente plenamente en su disposición y desempeño.
Debido a que el álbum fue grabado con un presupuesto ajustado y con muy poco tiempo, The Zombies trabajaron con rapidez en el estudio, luego de haber ensayado rigurosamente de antemano. Esto significaba que no habría cortes o canciones grabadas durante las sesiones que no se usaran.


“Tuvimos que hacer tres canciones en un día, es decir, que lo hicimos tan rápido como fue posible.
En “Changes”, utilizamos al baterista y al guitarrista, que normalmente no cantaban, para conseguir las armonías. Se nos estaba acabando las horas extras en Abbey Road y los empleados del lugar entraron y nos quitaron el piano mientras estábamos haciendo los últimos minutos de la armonía. Ésa era la clase de cosas con la que nos topábamos en esos días” recuerda Chris White.


Las sesiones terminaron en noviembre y las dos últimas pistas para registrarse fueron “Time Of The Season” y “Changes”. Para entonces, la moral dentro de la banda estaba en un punto baja. Dos singles “Care Of Cell 44” y “Friends Of Mine” habían sido puesto en libertad a la indiferencia total. Colin Blunstone y Paul Atkinson se sintieron desilusionados y la situación se torno tensa durante la grabación de “Time Of The Season”. Blunstone no estaba en absoluto interesado en la canción escrita por Argent, quien le insistió a Colin cantarla de cierta manera. La paciencia de Colin se rompió y le dijo a Argent que la cantara él mismo. Para alivio de todos, Blunstone finalmente cantó lo que requería la canción. Nunca se imaginaron que la canción se convertiría en un clásico del rock



“No me gustaba esa canción” , dijo con una risa Blunstone, recordando su reacción inicial con “Time of the season”. Realmente no lo hacia. “Rod (Argent) y yo teníamos una gran discusión en el estudio por como la cantaba, el estaba en el control, la canción estaba recién escrita y no tuvimos la oportunidad de ensayarla mucho. El me aconsejaba acerca de como debería ser y yo me empezaba a sentir molesto con tanto consejo. Y le pregunte, en términos fuertes, si no creía que debería cantarla el en mi lugar. A lo que dijo ¡Ahora te quedas ahí y la cantas! fue una discusión infernal”
“Ahora miro hacia atrás y estoy muy contento de haberla cantado” Blunstone reflexiona. “Pero pienso que tuvo un gran efecto en mi después. De ningún modo la vi como un hit y por supuesto, fue un éxito de ventas. Tenes que mantener la mente abierta porque te podes equivocar mal”



Argent y White mezclaron el álbum en mono, pero cuando entregaron el master a la CBS se les informo que se requería una mezcla stereo. Al haberse gastado el presupuesto de grabación, se vieron obligados a ceder sus derechos de autor con el fin de pagar por el tiempo y los recursos necesarios para crear la mezcla stereo. Lamentablemente eso fue la gota que rebalso el vaso para Atkinson y Blunstone, por lo que deciden alejarse de la banda.
La mezcla stereo fue completada el 1 de enero de 1968, pero para entonces The Zombies ya no existían mas.
Un gran problema surgió cuando llegó el momento de mezclar “This Will Be Our Year” al stereo. El productor original, Ken Jones, había doblado las pistas de los “cuernos” directamente en la mezcla mono, como no se habían grabado en el multipista, se tuvo que hacer una falsa mezcla stereo.
Piezas de violoncelo y de melotrón se agregaron a “A Rose For Emily” pero fueron descartado en la etapa final de mezcla.
Tras la publicación del álbum, el 19 abril de 1968, se extraerán dos cortes más,“Time Of The Season” y “A Butcher’s Tale”, que también fracasan. Al grupo no le queda otra opción que la separación, aunque con la satisfacción de haber grabado una gran obra sin presiones comerciales.

Time of the Season



El destino tiene guardada una última carta bajo en la manga. El músico americano Al Kooper , que también forma parte del equipo de Artistas y Repertorio de CBS, visita Gran Bretaña en 1968 y adquiere unos cuantos álbumes que no se han publicado en EEUU. Entre ellos, Odessey and Oracle . Kooper queda fascinado por el álbum, y hace todo lo posible para que CBS lo publique en Estados Unidos. Tal es su insistencia, que al final lo consigue. Sin embargo, el gran público no responde como Kooper esperaba, y el álbum y los singles extraídos del mismo no acaban de despegar. Pero, como ha ocurrido con tantos clásicos del pop, es un disc-jockey el que descubre una joya en el álbum, y la emite insistentemente: “Time of the Season”. La canción comienza a ser popular, y CBS publica una segunda tirada del single, que triunfa por todo lo alto a principios de 1969. Para esta época The Zombies llevan más de un año separados. Y lo que es más llamativo: “Time of the Season” , con su original patrón de bajo-batería y su órgano jazzy suena en perfecta consonancia con el emergente rock progresivo, pese a haberse grabado a mediados de 1967. A eso se le llama adelantarse a su tiempo. Tras el éxito, llueven las ofertas para reformar The Zombies . Pero Argent y compañía están sobradamente escarmentados con la industria discográfica y se niegan. Pese a todo, todavía se publicarán dos singles procedentes de grabaciones anteriores: “Imagine The Swan” y “If it don’t Work Out” . Por otra parte, Rod Argent y Chris White tienen un nuevo proyecto en mente, el grupo de rock progresivo Argent , que triunfará merecidamente durante la primera mitad de los años 70.




EL disco en detalle


"Care of Cell 44 ( Argent)
"A Rose for Emily" (Argent)
"Maybe After He's Gone" (White)
"Beechwood Park" (White)
"Brief Candles" (White)
"Hung up on a Dream" (Argent)
"Changes" (White)
"I Want Her, She Wants Me" (Argent)
"This Will Be Our Year" (White)
"Butcher's Tale (Western Front 1914)" (White)
"Friends of Mine" (White)
"Time of the Season" (Argent)






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Odessey And Oracle es una pieza maestra del pop, de instrumentación barroca o sencilla pero siempre luminosa. Inicia con “Care Of Cell 44”, una misiva a la chica que está a punto de regresar con nosotros. Es imposible no sentirse contento con las buenas vibraciones que transmite esta canción, con coros tan bien modulados como en cualquier composición de The Beach Boys. La mención de la banda de Brian Wilson no es antojadiza; este disco tiene mucha empatía con el “Pet Sounds”, pero inclinándose hacia lo Psicodélico. Como en “A Rose For Emily”, el segundo corte, que a pesar de contar con los mismos coros en escala, incluye al piano como único instrumento. Resulta curioso, por decirlo de alguna manera, que de la alegría por el ser querido se pase inmediatamente a la soledad de un tercero (la historia de Emily está basada en un relato de William Faulkner). Es que los tópicos tratados en el álbum varían con cada canción (he ahí una de las razones posibles de la carátula y el título) La infidelidad, por ejemplo, se plasma en “Maybe After He's Gone”, transmitiendo una leve esperanza. Esperanza perdida con las dos siguientes composiciones: “Beechwood Park” se vale de la nostalgia para trasladarnos a ese lugar que ya no nos pertenece; y “Brief Candles”, a tres voces, nos enseña a aceptarlo. Hasta aquí, el disco ha mostrado de a poco todo aquello que “Hung up on a dream” reaparece de lleno, haciendo de esta una canción extraordinaria. La guitarra, tan ansiosa como la batería, a la par con los violines, acentúa con notas precisas el desconcierto de saberse dependiente de algo tan ingenuo y efímero como un sueño californiano de amor y paz (sueño que para entonces ya empezaba a pasarles factura a muchos de sus "evangelizadores", llenando Ashbury St. y Haight de drogadictos y gente de mal vivir) Tortuosa y luminosa a partes iguales, más aún con los audífonos puestos, es una emotiva manera de terminar el lado A.La diferencia entre ambas caras del disco es que en este segundo lado hay composiciones que remiten más a la primera época del grupo, cuando eran incluidos en el Mersey Beat más por contemporaneidad que por el estilo mismo.
El lado B comienza con “Changes” que mantiene todavía la impronta californiana, pero ya no en la letra (aunque podría estar dedicada a todas esas bandas que, en aquella época, se volcaron hacia lo psicodélico por pura conveniencia) sino en la música. Por eso no es difícil imaginarse esta canción interpretada por The Mamas And The Papas (a manera de “Monday Monday”, por ejemplo) Tampoco es difícil pensar en “I Want Her She Wants Me” y “This Will Be Our Year” como composiciones Beatle de la época 64-65, la segunda reposada y con toques de trompeta para el clímax de la idea central de la canción, la primera juguetona y alegre. Es Rod Argent quien se encarga de cantar aquí. Chris White también lo hace en la canción siguiente, “Butcher's Tale (Western Front 1914)”, un amargo reproche por parte de alguien que pierde amigos y familia para ir a una guerra en la que no quiere tener nada que ver; la atmósfera espacial de esta composición, hecha a base de oscilaciones y melotrones, calza a la perfección con el logrado tono emotivo; como si el protagonista cantara mientras observa los cuerpos sin vida de sus seres queridos en una misa a la que asiste completamente drogado.En “Friend Of Mine”, en cambio, se vuelve a recurrir al pop optimista para homenajear a los amigos de la banda (los nombres que aquí se mencionan parecen ser todos reales) Una canción para celebrar la dicha ajena. El final del álbum llega con “Time Of The Season”. Basta unos cuántos segundos para darse cuenta que dedicaron más tiempo en trabajarla. No por algo fue el único gran éxito de la banda (llegando al número tres en las listas americanas, cuando el grupo ya no existía) Presenta unos arreglos más complejos en cuanto estructura de voces y batería se refiere, ambos seguidos de cerca por el bajo. Tambien es de percatar que si algo enlaza todo el disco, ese algo son los teclados de Rod Argent. Sean hammond, farfisa o piano clásico, limpio o con reverberaciones, es él quien logra darle unidad al buen hacer del resto de la banda. Y aquí, en el último corte, lo demuestra con un solo de más de cincuenta segundos. Psicodélico por excelencia, un final que es todo un clásico.